Jugadores de fútbol se critican con dureza al mismo tiempo que juegan un partido.

Hasta dos veces en escasas cinco líneas se permite el insigne periodista deportivo Ramón Besa utilizar en la anterior crónica de un partido de fútbol la palabra tralla. ¿Qué habrá querido decir el autor cuando dice que la tralla procede del equipo españolista y que el árbitro dio le dio su bendición (imaginamos que urbi et orbi)? 

Porque no se colige en una primera impresión cómo sería posible que, mientras están jugando al fútbol al ritmo endiablado a que obliga el nivel de la primera división de la Liga de Fútbol Profesional, los jugadores del Español, al unísono, se dedicaran a verter críticas acerbas, de palabra, contra los jugadores del Barcelona - se supone que cada uno de aquéllos contra el más próximo de éstos... -.

Es decir, que ni siendo benévolos y suponiendo como significado de tal palabra la acepción más aproximada  de entre las que ofrece el Diccionario de la RAE (y, probablemente, del Libro de Estilo de El País) - la citada arriba -, podría encontrarse una salida mínimamente airosa a la redacción del cronista. Pero cuando a la incorrección se junta el despropósito de sacar de la calle una expresión tan inequívocamente coloquial  - tirando incluso a barriobajera - para meterla con calzador en un texto periodístico de alcance universal - está disponible en Internet -, la cosa ya se acerca al ridículo.

La propuesta de los encerrados en la Universidad Complutense

La del video que sigue es la solución que los encerrados (risas enlatadas) en la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense (Madrid) van a acabar proponiendo para solucionar los procesamientos del Juez Baltasar Garzón, que por el dibujo de su perfil que preside el lema del encuentro, se diría que van a canonizar o, por no ofenderles, incluir en el listado del martirilogio guerracivilista español de un momento a otro. El mensaje es claro: si tenemos razón y el procedimiento judicial abierto y en trámite en el Tribunal Supremo es el resultado de una confabulación fascista internacional, estamos legitimados para proponer y llevar a la práctica las medidas que sean necesarias para evitar tamaña tropelía. Y como la ley no nos da la razón por el momento, y no podemos arriesgarnos a que tampoco nos la dé al final de los procesos, vamos a tomarnos la Justicia por nuestra mano, que para eso fue una de las medidas más típicas de la gloriosa Revolución Francesa, que Dios la tenga en su gloria:

Ayaan Hirsi Ali

Controversial Distinguished Lecture Series speaker talks about abuse of women by Muslims, death threats made against her due to her academic work in Holland

Ésta es la mujer que, pese a sus orígenes africanos, o precisamente por ello, y ante la cobarde corrección política de la clase política europea, está defendiendo a cara y verbo descubiertos, con amenaza de su propia vida, las libertades occidentales frente a los valores clericales, integristas y puritanos de los islamistas afincados confortablemente en Europa.